Bienestar y justicia

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 La expresión «por el bien de todos, primero las y los pobres» que resuena en los discursos de Mara Lezama, cobra sentido cuando se analizan los números de su Primer Informe. El dato mayor: la pobreza se redujo de 47.5% a 27.0%, lo cual significa que poco más de 375 mil personas mejoraron su condición socioeconómica, en tanto el número de personas en situación de pobreza extrema bajó de 199 mil a 79 mil. Es un «año histórico» en ese rubro de bienestar.
El bienestar es el eje principal de la gestión. Al respecto, cabe recordar que son invertidos más de 2 mil millones de pesos. Para impulsar los programas sociales se incrementó el presupuesto de 203 millones a 974 millones de pesos para mejorar la calidad de vida de las familias. Lo mismo en el DIF Quintana Roo, al que se le duplicaron los recursos: de 554 millones a mil 138.
No debe olvidarse que se rompieron los «candados legislativos» para disminuir los presupuestos de Poderes y organismos autónomos cuando sea necesario, justamente para no desatender esa materia prioritaria. La pandemia dejó enseñanzas, aunque se trata de actitud, formación humanista y principios, pues se dejaron a un lado los lujos, los abusos y los excesos, ha explicado la gobernadora.
El bienestar se puede medir en diversos ámbitos; sin embargo, el apoyo a las mujeres, que es una ocupación constante, debe entenderse en su justa dimensión. En «Mujer es Vida» se han invertido más de 166 millones de pesos en atención directa de 47 mil 500 mujeres, e indirectamente a más de 165 mil familiares; se creó la Banca del Bienestar; los Huertos del Bienestar; las Artesanas del Bienestar; la construcción de Pisos Firmes; las Caravanas del Bienestar; el FARO del Bienestar, entre otras acciones.
En definitiva, las mujeres son hoy las principales destinatarias de las políticas y los programas bajo el rótulo de bienestar. Ello constituye un hecho innegable. Se le llama, además, justicia social.

DESORBITADO
Ya no sorprendieron las cifras de la deuda monumental de 20 mil millones de pesos heredada de gobiernos pasados y la deuda de corto plazo a proveedores, de casi 7 mil 500 millones de pesos, porque se conocen de sobra.
Pero sí sonó fuerte lo siguiente: «Trabajamos por un Quintana Roo pujante, sin ciudadanos de primera y de segunda, que cuide su entorno natural con un Proyecto de Desarrollo Económico y Social, sostenible y sustentable, y que no sea rehén de grupos de poder menguados y trastabillantes que se resisten a entender que su tiempo ya pasó, y no volverá a ser”.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES.
MIÉRCOLES 13 DE SEPTIEMBRE DE 2023).