Basta de palabrería

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Nos acercamos a la mitad del periodo de las campañas para la gubernatura, que comenzaron el 3 de abril y concluirán el 1 de junio. Serán 60 días de proselitismo para las cinco personas que aspiran a la silla más grande. El 21 de mayo sería el debate organizado por el Instituto Electoral de Quintana Roo, considerado el clímax de la contienda; para entonces, se conocerán mejor las propuestas que empezaron a aparecer hace unos días, el pasado día 18, cuando arrancaron quienes aspiran al Congreso del estado, el otro poder en disputa rumbo al 5 de junio.
Están más que perfiladas las campañas a estas alturas. Quienes participan, han medido fuerzas en terrenos diversos, recurrido a la confrontación y visto las encuestas. Saben, o debieran saber, dónde están parados y a qué pueden aspirar con realismo político. Algunos sacan cuentas alegres y otros no tanto.
Crece la preocupación, por ejemplo, en el Movimiento Auténtico Social con Nivardo Mena como candidato a gobernador, donde activan los focos de alerta porque la intención del voto a su favor no rebasaría el 4 por ciento, con lo cual está en riesgo su registro como partido, según encuestas. Ya lo veremos. Por ahora, danzan los números y su interpretación pudiera ser convenenciera.
Cabe poner especial atención en los distritos y no solamente en la gran batalla por la gubernatura. En las 15 demarcaciones se desarrollan contiendas interesantes, reñidas en algunos casos. Comienzan a sobresalir perfiles de todos los partidos y de las dos coaliciones: ya sea por su trayectoria, procedencia o desenvolvimiento, despuntan en un escenario que a veces confunde debido a la cantidad de participantes. Ojo ahí.
Nadie debe perder el pulso de las propuestas, lo más importante de todo el paquete. Por eso caen bien la firma de compromisos, la medición rigurosa de sus cumplimientos y otras iniciativas que surgen principalmente desde la sociedad civil o de organismos con injerencia en el ámbito político. Han pasado legislaturas sin pena ni gloria, y frente a un contexto como el actual -tan relevante por la recuperación-, se les debe exigir desde ya madurez, visión y eficacia. La palabrería no cuenta ante una sociedad más crítica y exigente por culpa de innumerables decepciones.
Es vital para la democracia no votar a ciegas. Así, los debates, las entrevistas y el cara a cara con quienes postulan, brindan más garantías que la bulla panfletera o las métricas de redes sociales. Quintana Roo merece y necesita representantes capaces de conducir al estado a mejores niveles.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 27 DE ABRIL DE 2022).