Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 La igualdad de género se ha consolidado como un objetivo central de estos tiempos. Quintana Roo se convirtió en ejemplo nacional en esa materia tan importante para el nuevo modelo de desarrollo. Destacan el gabinete estatal, las presidencias municipales y el Congreso. De hecho, durante todo octubre se conmemoraron fechas importantes que han dado cuenta de aquella lucha con sus logros. Así, la igualdad sustantiva se considera un fin en sí misma.
Protagonista reconocida de dicha realidad es la diputada federal Anahí González, quien integra justamente la Comisión de Igualdad en la 65 Legislatura, llamada de la Paridad, la Inclusión y la Diversidad. Los datos que respaldan tal denominación son inobjetables.
La legisladora quintanarroense pertenece, además, al sector del morenismo fundador que siempre propugnó por la igualdad, la que se convirtió en un principio inamovible del movimiento ahora en el poder.
Esta semana a la diputada se le aprobó por unanimidad de 467 votos en el Pleno una reforma que obliga a titulares de las entidades federativas a publicar un informe anual sobre acciones afirmativas y esfuerzos activos realizados en materia de igualdad.
Además, la iniciativa despachada ya al Senado mandata que la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de las Mujeres tenga la facultad de promover, de manera coordinada, mecanismos que garanticen el acceso a la información registrada por las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal.
Tras ello, la diputada que también integra las Comisiones de Bienestar y Turismo, resaltó que es imposible evitar reconocer los grandes avances en este sexenio para disminuir las brechas de desigualdad. Tiene razón: nunca permeó tanto esa idea; se leen desfasados algunos conceptos como «cuota de género» y la palabra equidad fue reemplazada con propiedad por la potente frase «igualdad sustantiva», que propone el acceso al mismo trato y oportunidades para el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
La igualdad avanza con leyes, políticas públicas y programas.
DESORBITADO
En otro frente la batalla por la igualdad se libra castigando actitudes y comportamientos que atentan contra la dignidad, principalmente de mujeres, y sobre todo cuando desempeñan cargos públicos porque se maximiza la exposición.
Para bien y para mal el Tribunal Electoral de Quintana Roo ha sido ejemplo de ello: sanciona ciertas actitudes, pero solapa otras. Los casos son de dominio público.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES.
MIÉRCOLES 1 DE NOVIEMBRE DE 2023).