Marcelo Salinas|En órbita 👉🏽 El turismo enfrenta desafíos constantes en Quintana Roo. Ahora es la pandemia, como antes fueron potentes huracanes, competencia desleal y tantos otros. En estricto rigor, ha podido encarar todos aunque no exento de complicaciones. En esta columna se ha repetido que, para avanzar en el rubro (en contexto pandémico), los organismos internacionales han dictado tres directrices impostergables: avanzar en la reactivación, no cesar la promoción y fortalecer la bioseguridad.
Sobre la primera cabe advertir que sigue vigente la premisa de reapertura en forma gradual, ordenada y responsable, aun cuando se retroceda en el semáforo epidemiológico. La segunda es un hecho constatable en distintos países y continentes pese a las restricciones. Sobre la tercera hemos redactado de las pruebas rápidas, la vacunación y los sellos, logros a los cuales se suman las certificaciones de protección sanitaria.
En sus apariciones televisivas el gobernador Carlos Joaquín ha explicado que la certificación va dirigida a agencias de viajes; agencias integradoras, de alimentos y bebidas; arrendadoras; balnearios y parques acuáticos; campos de golf; empresas de hospedaje; marinas turísticas; parques temáticos; spas; transportadoras turísticas, y operadoras de aventura/naturaleza.
Asimismo, se incluyen guías de turistas y taxistas, operadoras de buceo y actividades acuáticas, y empresas turísticas complementarias, que se definen como las organizaciones y empresas que ofrecen la prestación de bienes y servicios en forma directa al turista y que no se encuentran en la clasificación anterior. Se entiende que se sumarán multitudinariamente a dicha lista apenas afinen las normas o los protocolos internos.
En este año la Certificación en Protección y Prevención Sanitaria en Instalaciones Turísticas ofrece múltiples beneficios, como garantizar la implementación de buenas prácticas de seguridad sanitaria; aumentar la confianza y la lealtad de los clientes; desarrollar la disciplina sanitaria en el personal, así como dotar de certeza y seguridad laboral. No existe otra variable más apreciada en estos tiempos que la seguridad y la salud, como otrora han sido el trato cordial, los precios o la satisfacción tras disfrutar cada atractivo.
La bioseguridad debe entenderse como el conjunto de principios, normas, protocolos, tecnologías y prácticas que se implementan para evitar el riesgo en la salud y el medio ambiente. No hay duda: Quintana Roo apuntala una estrategia amplia que rendirá frutos valiosos.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 10 DE FEBRERO DE 2021).