Alianza fracturada

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Todo parece indicar que no habrá alianza entre PAN-PRD-PRI. Sus respectivas dirigencias nacionales no la confirmaron en Quintana Roo cuando sí lo hicieron en cuatro de los seis estados con elecciones en junio. Fue un golpe devastador en términos de competitividad; y aun cuando dejaron abierta dicha posibilidad si es que surge un acuerdo en el ámbito estatal, lo cierto es que, a estas alturas, no se ven dispuestos a concretarla. Si finalmente prospera, ya está dañada. No goza de credibilidad.
Se habla de arreglos cupulares; de que los perfiles que podrían abanderar, rompen las conversaciones entre los socios; de que Morena opera aquella ruptura; de que el PAN la debilitó al anunciar tempranamente su carta; de que el PRI tiene un pacto con la 4T, y de que el PRD no tiene méritos para encabezar una eventual coalición, entre otras diversas versiones. Ninguna que sea positiva, a favor de una causa común. La conclusión es que entregan el estado a Morena y sus aliados.
Para intentar ganarle a Morena en la gubernatura y el Congreso del estado, los rivales necesitan cumplir tres requisitos indispensables: un megabloque que agrupe a partidos y fuerzas políticas; un perfil potente, que sea reconocido por la sociedad, y un discurso convincente, evidentemente opuesto a todo lo que proponen los otros, o con mejor impacto; de lo contrario, se reducen las posibilidades.
Hoy no se ve esa posible megaalianza. Lo que podría suceder es que el PAN y PRD lleguen a un acuerdo, pero con innumerables inconformidades. Vastos sectores tirarían la toalla o incluso harían campaña para el bloque opositor si el nombre no gusta. Tampoco se ve un perfil potente, no al menos para ganarle con holgura a cualquiera de las cuatro o cinco personas que lideran las posibilidades en la 4T. Una Mara Lezama, por ejemplo, arrasa en todas las mediciones. Y del discurso, ni se diga: una plataforma no se construye de la noche a la mañana.
Este último problema recae más en Marybel Villegas, quien podría ser candidata del PRD si Morena no la considera. No así en Roberto Palazuelos (el otro perfil que se menciona), quien ha tratado de levantar un discurso contra el lopezobradorismo. No basta el nombre para construir un discurso capaz de convencer a la ciudadanía, menos cuando carece de congruencia e iniciativas sólidas.
La sociedad ha dado el voto a la 4T en las últimas elecciones y la preferencia reflejada en encuestas es contundente. El dato es que el presidente López Obrador disfruta un 70% de aprobación. A todo ello se enfrentan quienes mantienen la idea de una alianza contra la maquinaria morenista. Es un desafío titánico. ¿Misión imposible? Lo sabremos en los próximos días.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 20 DE DICIEMBRE DE 2021).