Alianza en el aire

Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 Parece que la alianza PAN-PRD-PRI tiene más obstáculos que facilidades para repetirse en 2022, cuando se disputarán la gubernatura y el Congreso del estado. Compitieron juntos en junio pasado pero los resultados fueron desfavorables, porque la coalición encabezada por Morena ganó ocho de los 11 municipios y los cuatro distritos electorales federales. Desde entonces, complican la renovación del pacto la cantidad de suspirantes para la gubernatura, el nombre de externos, el criticado rol de las dirigencias, la falta de articuladores naturales, entre otros factores. Ciertos líderes han deslizado la idea de ir solos.
Si logran revalidarla, no será expedita ni estará exenta de polémicas. El PAN tiene en la senadora Mayuli Martínez (más que en Nivardo Mena) su carta fuerte. Difícilmente cederá ante un nombre con más peso. En Acción Nacional no lo hay. Si el PRD llega a un acuerdo con la morenista Marybel Villegas, no pocos grupos le retirarían el apoyo. Tanto en el PAN como en el PRD, a diversos sectores no les agrada su hipotético regreso para abanderar el proyecto 2022. Lo han expresado en corto.
El PRD no tendría a Marybel como única opción. Aparecen Julián Ricalde, e incluso su hermana Alicia Ricalde como perfiles con bagaje para pelear la candidatura. Ese grupo se vio revitalizado por la llegada de Atenea Gómez Ricalde a la presidencia municipal de Isla Mujeres, y su desempeño aplaudido en la primera quincena, particularmente con la limpieza a fondo del municipio. También ven con buenos ojos las declaraciones sobre la deuda heredada por quienes se cambiaron de equipo. Todo suma, si es el caso.
En el PRI están más complicados. La dirigencia encabezada por Candy Ayuso es interpelada por sectores con arraigo partidista. Algunos argumentan su sospechoso papel de junio, cuando se le acusó de operar para los opositores en Puerto Morelos y otros municipios. En la práctica, la alianza no funcionó en el Puerto, aunque tampoco en Benito Juárez y Cozumel. No solo fue culpa del PRI. En el ámbito nacional, a los tricolores se les sitúa demasiado cerca de la 4T.
Una de las pruebas de fuego será la Reforma Eléctrica del gobierno federal, que debería ser votada a mediados de noviembre. Otra prueba será cómo se organizan desde ya para la Ratificación o la Revocación de Mandato, todavía prevista para marzo. Debieran actuar como bloque si la intención es mantener la sociedad en los seis estados con elecciones el próximo año. Sin embargo, una realidad se impone: aun cuando se mantenga a nivel nacional, no se garantiza su funcionamiento donde haya comicios locales. Ya lo vimos en Quintana Roo.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 18 DE OCTUBRE DE 2021).