Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 La alianza PAN-PRD-PRI está en veremos en Quintana Roo. También la candidatura para el 2022, cuando se disputará la gubernatura. A los problemas internos que se evidencian en la falta de consensos públicos, y gatillados principalmente por la derrota de junio pasado, se añade la ausencia de un perfil potente para competir contra Morena y compañía. De acuerdo con las encuestas, a la fecha no hay carta imbatible ni habría otra forma de pelearle de igual a igual a la 4T si no es con un megabloque sólido. Si van solos, el fracaso es seguro.
En las últimas horas el nombre de Marybel Villegas ha tomado fuerza en el oficialismo estatal, aunque genera más diferencias que acuerdos no sólo por el posible salto de Morena al PRD, al PRI o al PAN (a los que ya perteneció), sino por supuestos incumplimientos en otra época, en perjuicio de grupos que hoy deciden en dicha alianza.
Son pocos en el ámbito local que le abren la puerta sin condiciones a la senadora, quien por cierto sigue en Morena y no se refiere aún a su hipotética salida. Tampoco le ruegan en la coalición que ganó la mayoría de los espacios hace dos meses. Ella asegura que estará en la boleta, todavía no se sabe por cuál, no obstante su postura dificulta los acuerdos iniciales. Pareciera que sabe algo o le prometieron, y ello desorienta a los bandos locales que no se atreven a partir en falso.
Otro elemento que no puede extraviarse es la definición en el ámbito nacional, porque las dirigencias pueden optar por mantener la alianza electoral (ya firmaron una agenda legislativa común) y eso obligaría a actuar en consecuencia en los estados con elecciones, como Quintana Roo. Ello no se determinará pronto, y aun cuando se dé la instrucción de mantenerla, surgen voces opuestas por los resultados de junio y los nombres que suenan para la candidatura. Inconformes siempre hay, más en las derrotas.
El panorama es sombrío actualmente. No se ve quién articule las expresiones, que son dispersas y heterogéneas. Prevalecen las dudas y los amagues. El proceso iniciará en enero, y el resto del año será acaparado por las administraciones de septiembre. No se ve mucho margen ni tiempo.
Por la otra ruta van Morena y sus aliados, donde sobran nombres y ánimo debido a los resultados de las últimas elecciones. Los acuerdos debieran ser más prácticos. Pero nada está dicho en política. Los espacios por el Congreso del estado tendrán pactos propios.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 18 DE AGOSTO DE 2021).