Acuerdo del bienestar

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Una de las fotografías más comentadas de la semana fue el encuentro de la gobernadora Mara Lezama con representantes del ramo empresarial, principalmente del turístico, el motor de la economía quintanarroense. Se trata de un sector estratégico, imprescindible, poderoso. Por ello celebran en la nueva administración estatal la firma de ese acuerdo que articula trabajos conjuntos que contribuyan a consolidar “un mejor Quintana Roo”. Tras la crisis provocada por la pandemia y en los albores de un nuevo gobierno, las esperanzas se fincan en el buen trato “de poder a poder” y «entre poderes».

La imagen refleja las coincidencias para avanzar hacia el desarrollo, tomando decisiones compartidas para impulsar la competitividad, la capacitación, la conectividad y la promoción, entre otros asuntos. En ese marco se presentó la Agenda Estratégica de la Secretaría estatal de Turismo, que considera, por ejemplo, integrar un Consejo Consultivo para trabajar “en equipo”. En el fondo se trata de más diálogo y consensos, que críticas y renuencias. Y ya veremos cómo se sostiene.

“El Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo requiere un diálogo estrecho con empresarios para potenciar el crecimiento sustentable, la diversificación turística con enfoque social y llevar a cabo obras prioritarias para las familias quintanarroenses. Unidos haremos frente a la fuerte deuda pública que ha generado rezago económico y social en Quintana Roo”, publicó la gobernadora en sus redes sociales.

Por supuesto: había que poner en la mesa, sin evasivas, el lastre de la deuda pública, la tan necesaria diversificación, la insoslayable sustentabilidad y el impostergable enfoque social. Conlleva todo aquello, lógicamente, ciertas exigencias en el contexto de la recuperación más sólida y la transformación prometida por las autoridades que deben liderar el proceso, calificado histórico.

Se fusionan así los propósitos hacia un “cambio verdadero”, sintetizan en ambos lados al consultar por el trasfondo. Pero más allá de la imagen de unidad que se proyecta, se trata de un primer gran paso para poder cerrar la brecha entre el norte y el sur del estado, porque el acuerdo por el bienestar deberá impactar de manera positiva en la entidad, en las familias, sobre todo en quienes más padecen fuera de la bonanza que genera el citado rubro.

No debe pasarse por alto: quienes asistieron en representación del poder económico, dan empleo y son patrones de aquellas mismas familias a las que va dirigido el acuerdo. No es un pacto vacío, ni para los jefes ni para la fuerza laboral ni para la autoridad que propone en ese marco.