Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Empezaron ayer las campañas para la gubernatura de Quintana Roo. Serán 60 días de proselitismo de quienes representan a partidos y coaliciones, durante los cuales se esperan propuestas y compromisos; controversias, ataques y violencia política. Lo último parece inevitable y no deja de ser lamentable. Es todo lo que se ve en una disputa de tal naturaleza. Nada nuevo desde ese punto de vista. Lo mismo proviene de agentes externos, que por “fuego amigo”.
¿Quiénes compiten? Mara Lezama (Morena-4T), Leslie Hendricks (PRI), Laura Fernández (PAN-PRD-CQ), José Luis Pech (MC) y Nivardo Mena (MAS) van por la silla más codiciada. Las encuestas sobre las personas mencionadas se modificarían por su despliegue en terreno, por el cara a cara con la gente, el más válido de todos los ejercicios.
Por ello se estima que el nuevo escenario “del tú a tú” representa una especie de borrón y cuenta nueva a partir de ahora, lo cual no necesariamente desconoce la aprobación, la popularidad o la preferencia hacia una u otra opción, vistas a la fecha. Habrá quienes mantengan la ventaja y otros caerán irremediablemente.
El 18 de este mismo mes arrancarán las campañas para el Congreso del estado, la otra de las batallas del proceso actual. Quienes competirán por las próximas curules -de la XVII Legislatura-, apuntalarán en los 15 distritos locales las campañas para la gubernatura, y viceversa. La sintonía en ambos tipos de discursos y sus plataformas, es vital para respaldar una propuesta general de partido o coalición. Por eso, a nivel macro, son prácticamente lo mismo y no contiendas aisladas.
Se les adjudica mayor relevancia a las campañas distritales esta vez, porque todo titular del Ejecutivo privilegia un Legislativo aliado, no rival, desde el inicio de su mandato: Es conveniente para reformas, iniciativas, nombramientos, préstamos y fiscalizaciones. Si el entramado de intereses obedece a un mismo poder político, la tentación es grande. Quintana Roo lo sabe. El asunto de los balances y contrapesos no debe ser ornamental en una democracia. Pero ese es otro tema.
La sociedad ya se expresa en diversos sondeos de opinión: quieren más propuestas y hechos concretos, que guerra sucia y violencia política. El hartazgo de la ciudadanía no solamente pasa por los incumplimientos de las autoridades, sino por la denostación entre rivales, porque a veces caen en la incongruencia o la simulación.
El juego comenzó y el pitazo final será el 5 de junio, fecha de la jornada electoral.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. LUNES 4 DE ABRIL DE 2022).
