AUDIO🎙️| Puerto Morelos es un referente inédito en la contingencia. Según las estadísticas de la Secretaría de Salud estatal, el municipio de Laura Fernández registra solo dos casos: uno que fue desmentido por la autoridad municipal por ser «endosado»; es decir, puesto allí, aunque el paciente procedía de la Ciudad de México. Fue una explicación brindada en su momento.
El segundo es más reciente, aunque ya recuperado. En la práctica, no tiene activos.
El municipio está situado entre Benito Juárez y Solidaridad, los dos con más contagios y defunciones. Por lo tanto, es un paso casi obligado. El tránsito, la movilidad, el comercio y otras actividades están condicionadas por su posición geográfica.
Pero tal vecindad no ha sido un problema como suele ocurrir en otras regiones del país, donde el virus se transfiere con mayor facilidad entre poblaciones colindantes. Así lo han expuesto los voceros ante la crisis en estos últimos días a propósito de los «municipios de la esperanza».
¿A qué se debe? Lo atribuyen a la «conciencia comunitaria». En la zona urbana, una mezcla de habitantes con arraigo y extranjeros que también echan raíces. En el área rural predomina la solidaridad, el respeto a la naturaleza y practican de algún modo un aislamiento funcional desde hace tiempo.
Procuran su hogar. Hasta antes de la crisis, eran los que más pagaban impuestos, por ejemplo; lo cual evidencia compromiso con su comuna, confianza en la autoridad y el sentido de pertenencia que ya quisieran otros con crecimiento demográfico.
Pero no solamente eso: desde el inicio, la presidenta municipal ha encabezado la atención, otorgado apoyos, gestionado ayuda, proponiendo planes. Sin prisa pero sin pausa rumbo a la reactivación de un Pueblo con Encanto donde su gente se ha comportado admirablemente.
Que los demás copien el buen ejemplo. Sí se vale.
ESCUCHA EL EDITORIAL EN PULSO AM: