Grupos de riesgo

Marcelo Salinas|En órbita >> En el todavía incipiente inicio de la fase 3 se confirma una alerta temprana lanzada por las autoridades de todos los niveles: las personas con diabetes, hipertensión, sobrepeso u obesidad, corren mayor riesgo. Los datos oficiales lo confirman.
Hasta ayer jueves 23, el 84% de las defunciones por Covid-19 en Quintana Roo estuvo asociado a pacientes con diabetes; 47% tuvo obesidad, y 74% padeció hipertensión, según precisó la Secretaría de Salud al cifrar en 461 positivos y 60 defunciones el global de la jornada.
El estado es desafiado entonces por dos “epidemias” debido al alto número con obesidad ya que se sitúa en el segundo lugar nacional con el porcentaje más alto: ocho de 10 muertes son producidas por afecciones relacionadas, con base en la más reciente Encuesta Nacional de Salud y Nutrición.
Respecto de la hipertensión, el panorama también es desalentador, evidenciado por la muerte de la enfermera del IMSS de la 509 con ese padecimiento a cuestas. Lo mismo con la diabetes, tan común en los expedientes clínicos, advierten médicos locales.
Pero con un virus como este propagándose aceleradamente, del que aún se desconoce tanto, los “grupos de riesgo” se multiplican. “No respeta nada”, se podría sintetizar con una frase que podría leerse absurda aunque encuentra sentido dado el contexto. Así, están en peligro quienes desoyen, desacatan o viven desinformados, tanto o más que los tres grupos señalados.
Por consiguiente, el llamado urgente -repetitivo pero insoslayable si se quiere-, debiera ser proteger con todos los medios disponibles a aquellos segmentos poblacionales con los padecimientos peligrosos, así como crear mayor conciencia en quienes aún no asimilan la magnitud de lo sufrido; desconfían de algún gobierno (por lo tanto son indiferentes); desestiman las medidas de higiene, o se piensan “inmunes” por determinada condición especial.
Todos somos susceptibles en una etapa de la pandemia que va dejando un desastre incalculable a su paso: comercios cerrados, hoteles vacíos, desempleo galopante, peor salud mental. Dramático para muchos.
Nos queda un largo trecho. La fase 3 podría estirarse o acortarse de acuerdo con el comportamiento de la sociedad, la eficacia de las acciones y otros factores. Luego vendrá una época de recuperación que deberá activarse en algún momento.
Quintana Roo, el Caribe Mexicano como producto turístico, tiene todo para encarar con éxito esa hipotética realidad, como antes lo hizo con otras adversidades.