Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 Pasaron los meses de “temporada baja”, una expresión que ya no resultaba tan frecuente, porque antes, septiembre y octubre, sí calaban duro en la industria turística. Este año hubo una reducción de los indicadores en el sector, reflejada principalmente en el aeropuerto de Cancún. Lo cierto es que el repunte es notorio, en todo el país, y en Quintana Roo los números son cada vez mejores.
Para este fin de semana largo, por ejemplo, se calculó una ocupación hotelera nacional de 70.1%, lo cual representa un aumento de 0.7 puntos porcentuales en comparación con 2023 y una derrama económica de 42 mil 490 millones de pesos por consumo de servicios turísticos, 4.8% más a lo registrado en el mismo “puente” del año pasado. En ese contexto de ocupación estimada destacan, como líderes nacionales, Cancún con 86.4% y Riviera Maya con 85.7%, de acuerdo con datos de la Secretaría federal de Turismo.
Hasta agosto pintaba todo bien: el Caribe Mexicano registró más de 14.34 millones de turistas, con un crecimiento sostenido. Los principales mercados emisores de turistas continuaban siendo, en ese periodo, Estados Unidos con 38.6%, el nacional con 33.7% y Canadá con 9.7%, detalla la Secretaría estatal de Turismo. Una muestra más para fortalecer las relaciones con ambos países, a propósito del nuevo gobierno en el vecino del norte (desde enero de 2025) y con miras a la negociación del TMEC en 2026.
Además, seguía destacando en el segmento de cruceros, con un total de 4 millones 877 mil 357 cruceristas (entre pasajeros y tripulantes) que arribaron a Cozumel y Mahahual en ese mismo periodo de enero a agosto. Ese número representó un incremento de 15.56% en comparación con el año anterior. Todos son datos de la Sedetur. Es decir, dicho aumento compensó la reducción en otros rubros, como el aeroportuario.
Una clave del éxito ha sido la capacidad para mantener la conexión con el mundo. Al cierre de agosto, Quintana Roo estaba enlazado con 100 ciudades en dos países de América del Norte, 12 de América Latina y 10 de Europa, lo cual facilita la llegada de turistas desde distintos rincones del mundo. Y la conectividad sigue aumentando, como se constata en el aeropuerto de Tulum.
En definitiva, de enero a agosto fue bueno para el turismo; en septiembre y octubre hubo una reducción causada por diversos motivos (la mayoría de origen externo), y desde este mes las cifras mejoran paulatinamente. El destino cerrará el año con datos positivos en el motor de la economía.