Mejor en movilidad

Marcelo Salinas | En órbita >> Quintana Roo mejora en movilidad. Según las más recientes cifras divulgadas por las autoridades federales en las conferencias relacionadas con la pandemia, el estado destaca en los primeros lugares de ese ítem.

Son buenas noticias, porque hasta hace dos semanas o más, la crítica redundaba en una reacción lenta de la población, y a que las medidas impuestas eran un tanto flexibles, no coercitivas. En resumen, que la respuesta al «quédate en casa» era ignorada, minimizada o desacatada, permitiendo la propagación del virus.

Sabemos que la dinámica y vocación influyen en el comportamiento masivo. Hasta el momento de dicha crítica, cuando la entidad aparentaba no responder satisfactoriamente, se debía a que muchos hoteles seguían abiertos, y por consiguiente, toda la cadena productiva asociada.

Pero igual se debía que los decretos fueron de menos a más. Las restricciones de la semana pasada difundidas por el gobernador Carlos Joaquín (con advertencias de arresto incluidas para incumplidos), fueron determinantes en el avance demostrado. Además, han ayudado los discursos firmes de ciertas autoridades municipales, sobre todo las de aquellos municipios donde las cifras tienden al alza.

En síntesis: el análisis es que si Quintana Roo estuvo mal fue por medidas progresivas, selectivas, focalizadas, debido a la vocación del destino líder, acordes con las de protocolos federales y de la Organización Mundial de la Salud. En las últimas horas, algunos incluso han comparado que se ha actuado mejor que el gobierno de la república.

Aunado a lo anterior, la ayuda agrupada en diversos programas fue motivando a los quintanarroenses del norte a solidarizar, acatar más, no ser ambiguos ante el peligro inminente, como pasa con los huracanes. Es decir, la cultura preventiva colectiva que distingue al fin ha ido imponiéndose favorablemente como era lo previsto. En el plano general, las zonas maya y sur aportan números muy positivos al respecto.

Por supuesto, no todo está hecho, no significa que la hemos librado ni hay espacio para relajarse. No se puede ser conformista en plena fase 3, rumbo al apogeo de la contingencia. Por lo tanto, el reto común es mantener o mejorar en lo posible esos porcentajes presentados, en tanto los gobiernos y la iniciativa privada hacen lo suyo, acoplándose como un todo.

Por su duración y complejidad, es el mayor trabajo en equipo requerido en muchas décadas.

Nadie debe olvidarse: vendría lo peor en cifras.