El avión, ¡a rifa!

AGENCIAS |

Si no se puede vender, que se rife. Esa es la decisión que ha tomado este viernes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sobre el destino del avión presidencial. El mandatario ha asumido como una de las banderas de su Gobierno deshacerse de la aeronave, un Boeing 787-8 adquirido por 218 millones de dólares durante la Administración de Felipe Calderón (2006-2012), que no ha encontrado un comprador en poco más de un año. La rifa se llevará a cabo el 15 de septiembre y se emitirán seis millones de billetes (o «cachitos», como se les llama en México), con un costo de 500 pesos (unos 25 dólares) cada uno. El concurso, sin embargo, es de carácter simbólico porque el ganador no se llevará el avión, sino 100 premios de 20 millones de pesos (poco más de un millón de dólares). 

El anuncio de la rifa ha acaparado la conferencia matutina de López Obrador, que sale todos los días a contestar las preguntas de la prensa, los ciudadanos y sus simpatizantes. La idea, criticada como «una ocurrencia» por sus detractores y que ha atraído miradas de medios alrededor del mundo, se había barajado durante semanas, pero se ha confirmado hasta ahora después de «análisis, reflexiones y consultas», ha explicado el presidente. «Se va a rifar el avión para no tener problemas de tiempo y que puedan participar todos los mexicanos que quieran ayudar», ha dicho el mandatario.

El Gobierno ha señalado que espera recaudar 3.000 millones de pesos (alrededor de 150 millones de dólares) si se venden todos los números de la serie y que el dinero se destinará para comprar equipos médicos para las zonas más vulnerables del país. López Obrador se ha rehusado a utilizar el avión presidencial desde que asumió el poder en diciembre de 2018 y solo ha viajado en vuelos comerciales como parte de los símbolos de su política de austeridad.

El gesto no ha estado exento de polémica.

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