Días para decidir

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏽 Son las últimas horas de campaña. Este miércoles será la jornada final del proselitismo local y federal. Del jueves al sábado se abrirá el «periodo de reflexión», para razonar el voto, y el domingo la cita en las urnas. Es la semana final.
Desde el fin de semana se ven actos culminantes, de todos los partidos y las dos coaliciones en disputa. Quieren mostrar el músculo ante la ciudadanía, para lo cual se recurre a la máxima publicidad, principalmente en redes sociales. Está saturado.
El contexto presiona: un alto porcentaje acusa desconocer a fondo a quienes representan las opciones políticas y la sombra del abstencionismo se pasea por el país. Algunas proyecciones apuntan a un 50% de asistencia a las urnas en los comicios más importantes de la historia nacional debido al número de cargos en juego. La mitad sería un presunto fracaso. Lo óptimo es superar el 60%. Ya sabremos.
En este mismo espacio expusimos las múltiples causas de la posible baja participación prevista: asuntos como inseguridad, poca sorpresa en los resultados o estrategias que no funcionan son parte de las desmotivaciones que advierten los expertos, una idea que coincide con la que tiene una buena parte del electorado.
Frente a esa posibilidad, se apela a la movilización de las estructuras, propias en primera instancia, para asegurar el llamado «voto duro», el que puede consolidar la victoria en ciertos espacios. Se ha dicho hasta el cansancio: la movilización el «Día D» será clave para lo que arrojen las primeras tendencias.
Para las candidaturas federales serán 90 días; para las locales, 45 días. ¿Tiempo suficiente para conocer su perfil y sus propuestas? Con interés, sí. De última hora, no.
Un porcentaje indeterminado tiene decidido ya su voto. Los procesos internos comenzaron varios meses antes de los arranques formales, por lo que información disponible siempre hubo. Como sea, son las últimas horas para acabar con la vacilación.

DESORBITADO
Resoluciones polémicas en el Instituto Electoral y el Tribunal, ambos de Quintana Roo, pusieron en sonado entredicho a los árbitros electorales, que deben garantizar no sólo imparcialidad, sino certeza frente a todos.
En cada proceso algo se les achaca a las autoridades encargadas y en repetidas ocasiones les han corregido la plana en las instancias superiores por un supuesto actuar desprolijo e incluso, se ha dicho, tendencioso.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES.
LUNES 27 DE MAYO DE 2024).