Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 En las ciudades más pobladas de Quintana Roo son evidentes rezagos y carencias que los gobiernos deben contener, reparar y revertir. Vienen de administraciones anteriores, que no trabajaron con eficiencia en obras y servicios públicos, pero una buena parte es responsabilidad de la ciudadanía. Pasa en Cancún, Playa del Carmen y Chetumal.
Cabe explicarlo: en Cancún, la más poblada del estado, la administración de Ana Paty Peralta presentó las nuevas “Unidades Verdes” que ayudarán en el combate de basureros clandestinos, las primeras en su tipo en la entidad.
La primera autoridad municipal reafirmó que habrá “cero tolerancia” a las malas prácticas que cometan vecinos, negocios, constructores y desarrolladores irresponsables en caso de que arrojen residuos sólidos en espacios indebidos, ya que perjudica no sólo la imagen de esos entornos, sino la salud de todas las familias cancunenses.
En una ciudad que se transforma en distintos ámbitos, son inaceptables los montículos con desechos y escombros en esquinas o predios baldíos. ¿La culpa? Obviamente no es de gobiernos anteriores: se apunta a personas físicas y morales.
En Chetumal, el gobierno local ha enfrentado inundaciones severas por basura que aparece de la noche a la mañana o que lleva semanas acumulándose en determinadas intersecciones. ¿La culpa? Compartida: la administración ha sido incapaz de resolver, aunque las familias no han ayudado a que perduren las callen sin basureros clandestinos.
En Playa del Carmen, el gobierno de Estefanía Mercado reconoció el esfuerzo que realiza su personal para avanzar a paso firme ante la contingencia por baches, “generada -dijo- por el abandono que sufrieron las calles en administraciones anteriores y que se acentuó por la larga de temporada de lluvias en la localidad”. Adelantó, además, un 2025 con mucho trabajo en pavimentación.
En definitiva, los rezagos y las carencias (que se aluden al inicio del texto) surgen por deficiencia de autoridades y también por malas prácticas ciudadanas. Deben atajarse con faenas óptimas; es decir, con cemento de calidad, suficientes depósitos para basura, recolección eficaz y todo lo que haga falta para mejorar la imagen urbana, la percepción de seguridad y el entorno social. Quintana Roo vive de la imagen.
Ya no se valen maquillajes simples en áreas públicas ni “frijol colado” en las calles ni cerros de basura con enseres y colchones cual adornos navideños.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES.
VIERNES 22 DE NOVIEMBRE DE 2024).