Marcelo Salinas|En órbita 👉🏾 La semana pasada se presentaron en este espacio los proyectos Río Hondo y Maya Ka’an, en manos del Fondo Nacional de Turismo y la Secretaría de Turismo de Quintana Roo, que involucra transversalmente a las comunidades, al ramo empresarial, a la academia, entre otros sectores. Son paralelos al Tren Maya. Están en la fase de estudio final, el cual debiera concluirse a fin de año para detonar la región. Hay análisis previos, datos interesantes, que reflejan el potencial.
El primero, de Othón P. Blanco, reviste una importancia mayor: es un plan sustentable serio. La zona de estudio comprende 19 localidades en la frontera natural entre México y Belice con una longitud aproximada de 209 kilómetros. Es la mayor corriente superficial en la Península de Yucatán, con presencia de manantiales, arroyos, cenotes, lagunas y balnearios naturales que se pueden integrar estratégicamente en un corredor turístico cultural y natural.
Por estas fechas el equipo recorre: Ucum, Juan Sarabia, Allende, Cacao, Calderón, Cocoyol, La Unión, Pedro Joaquín Coldwell, Palmar, Pucté, El Ramonal, Revolución, Rovirosa, Sabidos, Sac-xan, Botes, Álvaro Obregón Nuevo, Álvaro Obregón Viejo y Javier Rojo Gómez. La Ruta inicia en Ucum y termina en La Unión. Se trata de planificar el desarrollo ordenado, proponer estrategias y programar acciones e inversiones en el corto, mediano y largo plazos, con asesorías gratuitas. Se buscan proyectos y productos a partir del Tren Maya (en el Tramo 7), con el fin de forjar un modelo de calidad e innovador.
¿Hay con qué? Los principales atractivos son las actividades relacionadas con el ecoturismo, lo comunitario y lo cultural, con presencia de balnearios naturales originados por diversos cuerpos hídricos; además, tres zonas arqueológicas, de las cuales dos tuvieron visitantes el 2019, evidentemente antes de la pandemia: Kohunlich y Dzibanché–Kinichná.
La Sedetur registró en 2019, en Othón P. Blanco, 121 establecimientos de hospedaje con 2 mil 806 cuartos, que representan el 11% del total estatal. El mismo año se constató la llegada de 684 mil turistas, con una estadía promedio de un día y medio y un gasto promedio de 160 dólares per cápita.
Hay con qué: bellezas, atractivos y visitantes. Faltaban visión y apoyos. Ahora deben concretarse. Para ello, lo que suceda con el Tren Maya será indispensable, como lo es ya el involucramiento de las comunidades ya contactadas para trabajar en equipo. Una vez que asuman las autoridades municipales, estarán todas las piezas.
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. VIERNES 13 AGOSTO DE 2021).
