Alianzas tensas

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 En los últimos días se concentró la atención política en lo que todavía se conoce como coalición «Juntos Hacemos Historia», liderada por Morena, debido a las tensiones que este partido mayoritario mantiene con sus dos socios tradicionales: Verde y PT. En ciertos municipios ya es evidente el choque de intereses, como Cozumel. Pero tampoco la alianza PAN-PRI-PRD avanza con firmeza, pues las discrepancias tras las derrotas y el desánimo del 2022 se han profundizado, por lo que cunde la desconfianza de cara al 2024. ¿Se acerca el fin de los acuerdos macro? No pocos lo quieren así, en uno y otro bando, casi por igual.
En la primera el Partido del Trabajo puso en la mesa recientemente el tema del posible quiebre parcial con una declaración de su coordinadora en el Senado, Geovanna Bañuelos, quien anunció que podrían competir solos en algunas elecciones locales. Sin descartar que pese a todo se conserve el pacto nacional para la presidencial, las condiciones estatales sufrirían modificaciones. Se sabe, por ejemplo, que el PT no está conforme en el estado por múltiples motivos y que el Verde pretende siempre más. Ello complica la hipotética «repartición» y un ala dura del morenismo presiona, otra vez, con la posibilidad de ganar sin aliados.
Por el otro lado sus rivales intentan organizarse mejor para el próximo año. Un sector de aquella alianza que se reúne principalmente en Playa del Carmen está tentado a convencer al Movimiento Ciudadano de sumarse, aun cuando este ha declarado su intención de dar batalla por cuenta propia. Para dicho grupo que aspira incluir, sin una megaalianza es difícil vencer a Morena, aunque este se presente solo en distritos y municipios. Sin perfiles de peso, un gran pacto «anti 4T» es indispensable para competir en serio. Esa es una realidad.
Así las cosas, en el horizonte se ven dos situaciones más que definirían el escenario de las alianzas: la cercanía progresiva e inevitable del fin del mandato del presidente López Obrador -y el de sus acuerdos por añadidura-, y el nombre de las «corcholatas» que se posicione en la encuesta, porque ello supone también nuevos arreglos y reacomodos en el bloque oficialista.
En las alianzas se propaga la tensión y no sólo tiene que ver con espacios y cuotas, ya que no es una simple presión: ahora se entremezclan el deseo de supervivencia, la visión partidista a largo plazo, los intereses supremos nacionales y los proyectos de nación, entre otros asuntos.
Es claro: la expectación crece y con ella la tensión.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES. MIÉRCOLES 22 DE MARZO DE 2023).