A buen entendedor

Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 “Nadie por encima de la ley y nadie al margen de la ley; se dedique a lo que se dedique y se apellide como se apellide. Lo digo fuerte y claro”, soltó Mara Lezama durante su programa de los jueves con relación al conflicto de taxistas contra Uber. El contexto es conocido: dos choferes (uno de cada grupo) pelearon a vista de todos en una concurrida plaza comercial de la Zona Hotelera de Cancún. Los antecedentes de una lucha con larga data, también son conocidos.
La gobernadora manda otro mensaje fuerte, en su estilo: lo ha hecho así desde 2018, cuando era presidenta municipal de Benito Juárez, y debió poner en su lugar a hoteleros, seudoecologistas, seudoanimalistas, agentes de Tránsito y representantes de concesionarias. No eludió ni solapó frente a temas candentes.
Se ha advertido que habrá repercusiones de diversa índole para quienes hayan infringido la ley, porque no permitirán incidentes que pongan en peligro la integridad de pasajeros, turistas y conductores. Se anticipó la revocación de concesiones y la cancelación de licencias de conducir.
Pero el mensaje de la primera autoridad del estado cae más allá de los gremios transportistas. Pasa que los sindicatos (que son grupos de interés y de presión) siempre estarán en el ojo del huracán; más aún en situaciones delicadas, lamentables a todas luces, como las que viven los taxistas por estas horas; sin embargo, ese mensaje de firmeza, de “cero impunidad”, de limpieza a fondo, debe entenderse en otros ámbitos donde pudieran operan al margen de la ley.
El transporte debe realizarse en un marco de respeto, legalidad y seguridad. En definitiva, toda actividad debe desarrollarse en ese marco, sobre todo en un destino que vive de su reputación e imagen.

DESORBITADO
Ahora le tocó al Sindicato de Taxistas “Lázaro Cárdenas” de Solidaridad: el miércoles pasado, como publicó Novedades, intervinieron en la sede sindical elementos de la Policía Municipal, Guardia Nacional y Policía Ministerial de la Fiscalía General del Estado. Antes fueron en el “Tiburones del Caribe” de Tulum y en el “Andrés Quintana Roo” de Cancún. A nadie extrañaría un cateo en el de Chetumal o cualquier otro.
¿El motivo principal? La explicación de las autoridades es que se trata de investigaciones en curso por presuntos vínculos con la delincuencia. Es otra limpieza a fondo. En los hechos, una política de “cero impunidad”: nada ni nadie por encima de la ley.

(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES.
LUNES 2 DE DICIEMBRE DE 2024).