Marcelo Salinas | En órbita 👉🏾 El Movimiento Ciudadano parece enfrentar serias dificultades en Quintana Roo. En el grupo del dirigente José Luis Pech Várguez aseguran que tiene méritos para seguir al frente del partido hasta el 2027 de elecciones clave. No todos creen esa afirmación.
Personajes que gravitan en torno a la regidora othonense Lidia Rojas Fabro advierten que ella sería la sucesora en algunas semanas más, antes de fin de año. Para una mayoría, Lidia encarna el verdadero proyecto emecista en el estado, dados sus resultados en 2024.
Son dos visiones opuestas sobre el futuro del partido. Sin embargo, no es lo único: en el MC preocupan las maniobras contra Francisco Puc, «Xiximak», en José María Morelos (donde no logra reintegrarse al Cabildo) y también el silencio de Jorge Portilla en las últimas semanas (debido al caso Parque Jaguar), porque son dos alfiles del tablero naranja hacia el 27.
Si Pech Várguez sigue en el partido, esa ala importante representada por Lidia, Puc y Portilla, entre otros, quedaría con menos opciones en los siguientes comicios, ya que no son del grupo de Pech. Es más: en esa ala con peso no retiran las acusaciones expresadas en 2024 acerca de que el dirigente habría operado en contra y que sólo habría favorecido a nombres ligados a su bando.
La tensión aumenta. Los dos grupos dicen tener méritos y conversaciones avanzadas con la dirigencia nacional de Jorge Álvarez Máynez para consolidar su relevancia en este partido de oposición a la 4T, que de vez en cuando reivindica su posición solitaria, aunque otras ocasiones «coquetea» con el PAN, el PT y ciertos sectores de otros partidos, para no solamente incrementar su potencial, sino también sus aliados.
Entre tales idas y vueltas los planes pueden descarrilarse. Las proyecciones más optimistas es que pueden dar la sorpresa en Othón P. Blanco, Tulum y Morelos, y competir en serio en Bacalar y Cozumel; pero las dudas en torno a la dirigencia, las maniobras que sacan de la jugada temporalmente a sus «gallos» y aquellos silencios incómodos de algunos, invitan a desconfiar en dichas proyecciones. Si se agravan las discrepancias, pueden quedar sin nada otra vez.
No puede darse el lujo de echar por la borda años de construcción. De aquellos nombres mencionados dependen más figuras. Entonces, ¿será Lidia o será Pech? ¿O será un tercero que ponga fin a la disputa entre los dos primeros y active una nueva etapa?
(OPINIÓN PUBLICADA EN NOVEDADES.
LUNES 3 DE NOVIEMBRE DE 2025).